El buen Liderazgo es un componente clave para el crecimiento de cualquier organización. La capacidad de atención y concentración es para Daniel Goleman la habilidad de liderazgo más esencial. Ya que cuando un líder pone su atención en el lugar más necesario en el momento oportuno es cuando se convierte en un activo para su organización. En este post condensamos la Teoría de la concentración de Goleman – The Focused Leader Daniel Goleman HBR

En general tendemos a pensar que concentrarse es pensar en una sola cosa mientras olvidas el resto. En contraste existen diferentes maneras de concentrarse, y Goleman las divide en tres categorías. 

  1. Concentrarse en uno mismo
  2. Concentrarse en los demás 
  3. Concentrarse en el entorno ( o el resto del mundo)

“Fallar en concentrarse en uno mismo te deja sin rumbo, sin concentrarse en los demás te deja desinformado y fallar a la hora de concentrarse en el entorno te ciega.”-Daniel Goleman

“Fallar en concentrarse en uno mismo te deja sin rumbo, sin concentrarse en los demás te deja desinformado y fallar a la hora de concentrarse en el entorno te ciega.”-Daniel Goleman

La Habilidad de concentrarse en uno mismo:

Autoconocimiento:

La inteligencia emocional comienza con tomar conciencia de uno mismo. A nivel neurológico usamos la amígdala y la ínsula para detectar lo que le pasa a nuestro cuerpo. Estos mismos mecanismos son los que nos advierten si algo parece buena o mala idea, Lo que llamamos instinto. Cuanto más aprendes a escuchar lo que este te dice más fiable es. 

A nivel de negocios un grupo de investigadores británicos entrevistaron a 118 Traders profesionales y 10 senior managers en 4 Bancos de Inversión de la City de Londres. Los resultados demostraron que los mejores inversores eran aquellos no eran aquellos que solo usaban la analítica ni aquellos que seguían ciegamente su instinto. En contraste aquellos que toman conciencia de todo su rango de emociones y reconocían su ansiedad cuando tienen pérdidas eran capaces de tomar menos riesgos y manejarse mejor. 

La respuesta es combinar nuestra experiencia profesional con una visión coherente de lo que nos pasa a nivel humano. Una manera útil de conocerse a uno mismo más allá de lo que uno mismo puede ver es recibir feedback y saber aceptarlo. 

Autocontrol:

El “Control cognitivo” es el término científico usado para definir la fuerza de voluntad. Es lo que permite a alguien perseguir sus objetivos a pesar de distracciones y contratiempos. Un buen control cognitivo se puede ver en personas que se mantienen calmados en situación de crisis, controlan sus ansiedades y son capaces de sobreponerse a la derrota.  

Hay 3 tipos de control cognitivo que ejercitamos para controlar nuestros impulsos. 

    • La habilidad de desconectar tu concentración de la gratificación inmediata
    • La habilidad de resistir la distracción a esta gratificación
    • La habilidad de concentrarse en tu objetivo e imaginar cómo te sentirás cuando lo consigas. 


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      La habilidad de concentrarse en los demás

      Los managers capaces de concentrarse en los demás suelen erigirse de manera natural como líderes.Ya que son capaces de encontrar un punto medio con los objetivos y necesidades de sus compañeros. Esto hace que su opinión tenga más peso, y la gente quiera trabajar con ellos. Para Goleman existen 3 tipos de empatía:

      Cognitiva: La habilidad la perspectiva del otro. Permite a un líder explicar sus ideas de una manera en que a los demás les importe.

      Emocional: La habilidad de sentir lo que los otros sienten. Es importante a la hora de hacer de mentor al tratar con clientes o la hora de percibir dinámicas de grupo.

      Preocupación empática: La habilidad de darse cuenta de lo que otra persona necesita de ti.Va más allá de conocer lo que las demás personas entienden o sienten. Significa que realmente te preocupe lo que pasa a la gente de tu alrededor.

      Construir relaciones

      La  habilidad social de un individuo suele ser un factor que acelera la escalada de la gente a través de la jerarquía de la organización. Paradójicamente a medida que una persona asciende tiende a  ignorar con creciente frecuencia las necesidades de la gente de menor rango. Un ejemplo perfecto son los empleados de menor rango contestando un de su superior mail en minutos mientras los de mayor rango tardan horas a contestar a miembros de su equipo. Esto puede hacer que un líder pierda perspectiva de lo que está pasando y erosione la buena relación con su equipo. Lo cual hace que estos a su vez comuniquen menos.

      A medida que una persona asciende tiende a  ignorar con creciente frecuencia las necesidades de la gente de menor rango

      La habilidad de concentrarse en el entorno

      Los líderes con un fuerte enfoque hacia lo que pasa en su entorno suelen ser buenos oyentes y suelen hacer buenas preguntas. Con frecuencia son más visionarios y creativos. Un interés auténtico con las cosas que pasan en el mundo te hace ser consciente de nuevas posibilidades y de prever amenazas. Su capacidad de concentración los convierte en un activo para la empresa siendo para ellos una habilidad de liderazgo esencial.

      Centrarse en la estrategia

      Para crear una  buena estrategia necesitas 2 cosas: explotar tus ventajas actuales y buscar nuevas. La creación de una estrategia puede poner a prueba la concentración de cualquier líder. La explotación de ventajas actuales requiere concentrarse en las tareas actuales mientras que la exploración requiere abrir la mente para explorar nuevas posibilidades. Es decir para explorar nuevas posibilidades tienes que hacer un esfuerzo cognitivo deliberado para dejar de pensar en la rutina y buscar nuevos caminos. 

      La creatividad implica recopilar una amplia gama de información pertinente para preparar la mente y después alternar entre la concentración en el problema y dejar a tu mente pensar de manera libre. Ese es uno de los motivos porque muchas de nuestras mejores ideas nos vienen cuando estamos en la ducha o hacemos ejercicio.

      La concentración: La habilidad de liderazgo más esencial

       Tomando en consideración todo lo anterior podemos ver que un gran líder no es el que tiene más espíritu corporativo o el analista más brillante. Un buen líder es capaz de dirigir toda su capacidad de concentración de manera efectiva: Son conscientes de cómo los ven los demás, pueden controlar sus impulsos y conocen saben cómo se sienten, Entienden lo que los demás necesitan de ellos al mismo tiempo que pueden librarse de distracciones tanto como permitir a sus mentes pensar con libertad.

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